martes, 19 de agosto de 2014

El ganador del Oscar no podía seguir manteniendo la propiedad…

Puede ser conocida como la Villa de las Sonrisas, pero desde que Robin Williams murió, su hogar en Napa Valley está a la venta y empañado de tristeza.

El actor había decidido vender la propiedad meses antes de su muerte el 11 de agosto, asegurando que no podía seguir manteniendo esa mansión.

Williams la había construido a su antojo en 2003, e imágenes de la propiedad permiten dar un vistazo al mundo privado del artista.

Mientras que algunas residencias de famosos son tan decoradas y limpias que se esconde la identidad de su habitante, la huella de Robin se percibe en todos los rincones de su casa.

Con casi dos mil metros cuadrados distribuidos en cinco cuartos y cinco baños en una casa principal, y una casa de invitados para cuatro personas… Definitivamente, un lugar de escape para la estrella.
Sin embargo, había intentado venderla en 2012 por 35 millones de dólares, pero no encontró comprador. Luego, en abril volvió a ponerla en el mercado por un precio de 29.9 millones de dólares







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